El Guardián de Tirisfal

Los Guardianes de Tirisfal durante siglos han protegido las tierras de Arathor y Quel´thalas de la influencia de los demonios. Solo puede existir un Guardián pero tendría el poder para derrotar a los agentes de la Legión donde quiera que los encontrara. Estos poderes le son conferidos mediante un largo ritual, efectuado por siete magos, estos magos podían ser elfos o humanos. Los detalles del ritual son guardados en absoluto secreto, si no han sido olvidados en años recientes. El nuevo Guardián no puede recibir sus poderes mientras otro exista. Solo mediante la muerte del Guardián o a través de otro ritual igualmente secreto, conducido por los magos sobrevivientes que le dieron sus poderes, se pueden pasar los poderes a uno nuevo. Los que participan en los rituales pierden parte de sus poderes en él y no son recuperados mientras el Guardia viva o le sean retirados sus poderes. Han existido muchos Guardianes de Tirisfall, Aranda fue uno de ellos, sirvió como maga en Dalaran hace mucho tiempo. Años después, Medivh se convirtió en el último Guardián, sus poderes le fueron cedidos a partir de su propia madre, Aegwynn la que fuera el anterior Guardián. Después de la muerte de Medivh no se ha tenido otro Guardián. Pero es posible que algún día exista otro.

Krasus (Korialstrasz)

El consorte más joven de Alexstrasza, Korialstrasz es un dragón rojo con los inusuales dotes mágicos. En su juventud comenzó a estudiar a los humanos, usando su poder para el cambio de forma logró vivir entre los ellos durante muchas generaciones y convertirse en un poderoso mago. Ayudó a guiar a la raza humana en todo ese tiempo, sin descubrir su secreto nunca. Llegó a estar dentro de los seis magos del concilio de Dalaran. Fue en esos momentos donde, con el fin de liberar a su amante, le dio la tarea a Rhonin de ir a la fortaleza orca Grim Batol, donde Nekros mantenía prisionera a Alexstrasza gracias al poder de la piedra Alma del Demonio.

Khadgar Archimago de Nethergarde

Khadgar se encontraba en los inicios de sus estudios sobre la magia, cuando el Kirin Tor de Dalaran le confirió la difícil tarea de convertirse en aprendiz del poderoso mago Medivh. Medivh le confirió la difícil tarea de organizar su biblioteca personal. En la misma se encontraban libros y pergaminos que ni los más poderosos y experimentados magos de Dalaran habían soñado con consultar, muchos de ellos se encontraban protegidos con potentes y peligrosos hechizos que le costaron la vida a muchos otros aprendices del siniestro mago. La torre donde moraba el mago estaba construida en un lugar especial donde confluían una gran cantidad de energías mágicas las cuales le brindaron al joven mago visiones del futuro y del pasado.
Mientras Khadgar ganaba experiencia y poder mágico, surgieron en él sospechas sobre el comportamiento sospechoso de su maestro. Eventualmente el joven mago descubrió que su maestro había sido poseído por el titan Sargeras. Logró escapar para advertir al Rey de Azeroth sobre el peligro que representaba el mago. Retornó para enfrentarse a Medivh junto a Garona y Lothar, en la batalla lograron vencer al demoníaco mago, pero debido a las energías mágicas empleadas en el combate Khadgar perdió su juventud convirtiéndose en un anciano.
Al retornar a Dalaran, Khadgar se sumergió en el estudio de la puerta mágica que abrió Medivh. A finales de la Segunda Guerra logró destruir la Puerta Oscura. Cuando descubrió que la hendidura entre los mundos aún permanecía abierta propuso al Kirin Tor construir la Ciudadela de Nethergarde cerca de la hendidura para proteger Azeroth de una nueva invasión de la horda orca.
Khadgar volvió a combatir a la horda al frente de un ejército que marcho a través de la Puerta Oscura para combatir a los orcos en su propio mundo, fue atrapado en ese mundo cuando Draenor fue destruido. Aunque no se tuvieron más noticias después del incidente se le considero muerto.

Grom Grito Infernal

Jefe del clan “Canción de Guerra” y leyenda entre los orcos, Grom un guerrero de viejas tradiciones, fue uno de los primeros que sucumbió a la maldición de la Legión de Fuego. Por muchos años luchó contra la Sed de Sangre y la rabia que vivía dentro de él tratando de consumirlo. Llevó a la horda incontables victorias en la segunda guerra. Escapó de Draenor antes que los portales de Ner´zhul rasgaran la tierra. Grom y su clan fueron los únicos orcos que evadieron la captura en los campos de internamiento después de la Segunda Guerra, llevó a su clan a una guerra de guerrilla contra la Alianza. A pesar de sus esfuerzos no logró liberar a sus hermanos en los campos de internamiento y del letargo que los mantenía prisioneros de ellos mismos.

Una década después del la Segunda Guerra, gracias a su hermana humana, el joven orco Thrall logró escapar de su amo, poco después fue capturado en un campo de internamiento donde conoció de la existencia del invicto clan Canción de Guerra y de su poderoso líder, volvió a escapar y fue a su encuentro. Grom inspiró a Thrall a liberar a sus hermanos y sirvió como aliado y mentor del joven shaman. Juntos liberaron los orcos prisioneros de los humanos y de la marca de los demonios, se convirtieron en amigos cercanos. Lideraron la nueva horda a través del mar rumbo a Kalimdor.

Grom continúo sirviendo a Thrall en Kalimdor. Llevó su clan al bosque Ashenvale donde estableció su campamento, en ese tiempo entraron en conflicto con los elfos nocturnos de la zona, siendo este el primer encuentro de extranjeros con los Kaldorei después de su aislamiento. Mientras los elfos nocturnos y el clan Grito de Guerra combatían, el Señor del Foso Mannoroth derramó su sangre maldita en la fuente de Ashenvale. La sed de sangre en Grom lo condujo en busca de la fuente maldita y a beber de ella. Impulsado por la rabia y el poder de los demonios derrotó a las fuerzas de los elfos nocturnos y asesinó al semidiós Cenarius. Cuando Thrall llegó a Ashenvale fue testigo de la destrucción causada por Grom, esto lo obligó a atacar al clan “Canción de Guerra” y a su amigo con el fin de hacerlo entrar en razón. Grom fue vencido por Thrall, en ese momento recuperó la razón, lo cual lo sumió en una gran vergüenza por lo que había hecho. Thrall y Grom marcharon en busca del demonio Mannoroth por haber envenenado y corrompido a los orcos. En la lucha Thrall fue herido gravemente por el demonio, al ver esto Grom estalló en rabia, lanzó el que sería su último legendario grito de guerra y se abalanzó sobre el demonio en defensa de su amigo, logró eliminar a su poderoso oponente pero al costo de su propia vida. Los orcos lo recuerdan como uno de sus mayores héroes.
En su tumba en su tumba se puede leer:

Aquí yace Grommash Grito Infernal, jefe del clan Grito de Guerra

De diversas maneras, la maldición de nuestro pueblo empezó y acabó con Grom. Su nombre significa ‘corazón gigante’ en nuestra antigua lengua. Hizo honor a su nombre un centenar de veces cuando se enfrentó solo al demonio Mannoroth y obtuvo nuestra libertad con su sangre.

Lok’Tar ogar, gran hermano. Que el clan Grito de Guerra nunca desaparezca.

Thrall, Jefe de Guerra de la Horda. 

Gul’dan

Gul’dan era el más ambicioso y talentoso aprendiz de Ner’zhul cuando fue contactado por el señor de los demonios Kil’jaeden. Este había estado tratando de corromper a Ner´zhul pero el viejo shaman orco de alguna forma se las había ingeniado para resistir la influencia del oscuro demonio. Frustrado Kil’jaeden se fijó un nuevo objetivo, Gul’dan, aprovechando la ambición de este último le dió al joven shaman la oportunidad de superar el poder de su maestro, enseñándole como usar la magia demoníaca y ayudándolo a descubrir el arte de la necromancia. Bajo la tutela del demonio, Gul’dan rápidamente escaló en importancia y rango dentro de la horda. Reunió un grupo de seguidores formando así la sociedad secreta conocida como el “Concilio Oscuro” y comenzaron a corromper y manipular a los líderes de la horda,  llevando a esta última por el camino de la sed de sangre. En pocos años llegaron a dominar completamente a la mayor parte de la horda. Después de recibir las visiones de Medivh, sobre las tierras de Aseroth, Gul’dan llevó la horda a través del Portal Oscuro y comenzó la guerra de conquista de los reinos humanos. Durante la guerra asesinado a sus propios seguidores logró crear los primeros caballeros muertos, también con sus hechizos podía convertir Ogros simples en Ogros Mágicos. Cerca del fin de la guerra, Gul’dan traicionó a la horda tratando de obtener para si mismo los poderes que residían en la tumba del titán Sargeras. La traición no fue tomada a la ligera por Orgrim Martillo de Condena, el cual envió dos de sus mejores clanes tras el traidor, aunque los mismos no lograron ajusticiar directamente a Gul´dan si contribuyeron en el debilitamiento de sus fuerzas, asesinado una gran cantidad de sus seguidores. Con unos pocos seguidores en la tumba del Titan, Gul’dan accidentalmente liberó un grupo de demonios previamente atrapados, costándole este error su propia vida.

Orgrim Martillo de Condena

Orgrim Martillo de Condena es uno de los líderes más importantes en la historia de la horda. Un general de la horda durante la primera guerra, uno de los más leales oficiales bajo el mando de Mano Negra el Destructor. Durante la guerra cuando Martillo de Condena descubrió que Mano Negra esta bajo la influencia del Concilio Oscuro de los warlords, probó que su lealtad no estaba con su comandante pero si con la horda, retando a Mano Negra y venciéndolo, asumió el rol de señor de la guerra y se dedicó a eliminar a todo los miembros cercanos del Concilio Oscuro.
Acérrimo enemigo de la alianza, Martillo de Condena estuvo siempre en la delantera cuando llevó a la horda al interior de Khaz Modan en la segunda guerra. Aunque comandaba con látigo de hierro, también demostró sus dotes diplomáticas ganando nuevos aliados para la horda entre ellos los trolls de Azeroth. A pesar de su inmenso ejército y su firme liderazgo al final de la segunda guerra terminó prisionero de la alianza. La perdida de la guerra se debió principalmente a la traición de Gul´Dan, la cual no fue pasada por alto por Orgrim, enviando a dos clanes en su búsqueda, los cuales no ajusticiaron directamente al traidor pero si contribuyeron en el debilitamiento de sus tropas, lo cual le costó la vida. Antes de caer prisionero dirigió el último combate de la segunda guerra, los orcos se encontraban en desventaja numérica, para tratar de ganar el combate Orgrim buscó al líder de las tropas enemigas el cual no era más que el mismo Anduin Lothar y lo enfrentó en un combate legendario, el cual fue ganado por el jefe orco, costándole al vida al Comandante de la Alianza, el vencedor aunque mal herido estaba listo para reclamar la victoria, pero el segundo al mando Turalyon un paladín de la mano de plata se interpuso en su camino.
Orgrim se convirtió en fugitivo, escapando varias veces de las rejas y cadenas, convirtiéndose en un mito.
Martillo de Condena se encontró con Thrall el cual lo convenció de que la horda podía ser libre del control de los demonios. Ayudó a liberar muchos clanes pero finalmente murió. En ese momento Martillo de Condena le pasó el mando de la horda a Thrall junto a su arma favorita y su negra armadura convirtiéndolo así en el señor de la guerra.

Muradin Bronzebeard

Muradin es el segundo de tres destacados hermanos, su hermano mayor Magni, es el rey de Khaz Modan, mientras que el más joven Brann, es un reconocido explorador. Durante la segunda guerra Muradin sirvió como intermediario entre Lordaeron y Khaz Modan; cuando la guerra terminó permaneció en Lordaeron como embajador. En los pocos años pacíficos que siguieron se ganó el afecto de la familia real, haciéndose amigo del joven príncipe Arthas y convirtiéndose en su tutor en las artes del guerrero. Durante esos años Muradin y su hermano Brann unieron fuerzas con otros enanos prominentes para fundar la asociación de exploradores con base en Ironforge con el fin de explorar el mundo, catalogar sus habitantes, buscar las ruinas de los titanes e ir a donde los enanos no habían estado nunca.
En sus viajes Muradin visitó Northrend, fascinándose con el continente desolado. Volviendo muchas veces para observar a los peligrosos nativos y hacer dibujos de su arquitectura en ruinas. Durante una expedición Muradin y su grupo descubrió que una fuerza estaba creciendo en Northrend. Muradin creía que podía ser un peligro potencial para Lordaeron. Mandó un aviso al rey Terenas sobre este asunto, el cual le solicito al enano permanecer en Northrend para estudiar más sobre este asunto. Poco después el azote de los muertos se reveló así mismo atacando el campamento de Muradin obligando a los enanos a atrincherarse y permanecer dentro de un cerco.
Varias semanas después el Príncipe Arthas cazando a señor de la muerte Mal`Gannis llegó a Northrend encontrando a Muradin y sus tropas. Ambos unieron fuerzas para luchar contra el Azote, después de esto el enano le contó al joven príncipe sobre la antigua espada rúnica perdida la cual significó la perdición de Arthas. El camino hacia la espada maltita quedó cubierto con los cuerpos humanos y enanos; solo para al final descubrir que sobre ella pesaba una maldición. Muradin pidió a Arthas dejarla ahí para olvidarla y volver con las tropas pero el príncipe envuelto en la locura y la venganza, asesinó a su amigo, reclamando de esta forma la espada para sí mismo.